viernes, 30 de abril de 2010

Don't Wanna Miss A Thing

Otra mañana aburrida y de resaca en el despacho. Creo que esta gente va a empezar a sospechar que tengo problemas con mi amiga de cuello fino y líquido contenido. Al menos todavía no me han pillado durmiéndome en la mesa. El dolor muscular me hace tener que masajearme constantemente las piernas y moverlas para asegurarme de que les sigue llegando la presión arterial. Hoy no me puedo concentrar, como me viene pasando últimamente; en mi etapa de devastación personal y crisis, tengo que añadir el desasosiego que me provoca la pérdida de contacto con mi hermana. Se trata de Nikki, digamos que desde hace un poquito tenemos dificultades para vernos asiduamente y eso hace que tengamos los nervios algo más crispados. Realmente es el problema de fondo, el que más afecta y está constantemente en mi cabeza. No es un problema puntual que se pueda solucionar de cualquier manera pensando un poco, sino que es bastante más complejo y eso hace que me desespere aún más. Digamos que me afecta tanto psicológica como físicamente, tanto como a ella... lazos de sangre. Tengo ganas de verle, de abrazarle, de reirnos, ser nosotras, relajarnos, actualizarnos, contarnos todo. Todo lo que me está pasando últimamente, comer juntas pizzas, galletas y lo que haga falta, un poco de terapia sana y que todo vaya a mejor, de una vez por todas

thank God we're together
And I just wanna stay with you
In this moment forever, forever and ever

Well, I just wanna be with you
Right here with you, just like this
I just wanna hold you close
Feel your heart so close to mine
And stay here in this moment
For all the rest of time

Only Hope

Acabo de llegar a casa, contenta y borracha. Me he ido de fiesta con Max, un compañero del trabajo, y unos amigos suyos. Hemos ido a un recinto con una especie de fiesta floclórica, muy animada y distinta. Es el primero que conozco que tiene la vida más desvinculada del bufete, que no está tan absorvido, digamos. La verdad, es un alivio encontrar a alguien así, es una de esas personas con las que sientes que conectas a muchos niveles. La atracción es magnética, pero no es una atracción sexual, sino intelectual. Yo sé que él cree, que tiene ideales, principios y valores, y que se aferra a ellos a modo de tutor. Es un alivio, porque hoy en día casi todo el mundo me da la impresión de haberse abstraído de estos ideales y haberlos enterrado muy profundamente, viciándose, quedándose vacíos sus cerebros. En un momento en el que crees que todo está perdido y que no puedes hacer nada por cambiar las cosas, es un verdadero alivio encontrar a una persona así. Alguien que te incita a seguir tus sueños y tus principios, a ser tú mismo; que piensa que ésa es la manera de cambiar las cosas, una fuente de inspiración. Alguien que te devuelve la esperanza, porque al fin y al cabo, no sentir que estás solo luchando contra todo el mundo es esperanza.

Sing to me the song of the stars.
Of your galaxy dancing and laughing and laughing again.
When it feels like my dreams are so far
Sing to me of the plans that you have for me over again.

martes, 27 de abril de 2010

Voglio Volere

Esto de intentar llevar una vida seria y normal se me va de las manos, no puede ser que sea sábado por la noche y esté aquí sola en casa (aunque no sea oficialmente mi casa). Han pasado ya unas semanas desde aquel incidente con Mr.5B, cada vez se me complica más la cosa en el trabajo y me deja menos tiempo para pensar en mi misión... Creo que debería hacerme una pizza... Pongo un poquito de música, Ligabue siempre ayuda. Estoy pasando por una especie de "periodo di merda" como mi querido Marco lo describiría. Un periodo en el que no tienes estímulos y estás como estancada, sin ilusiones. Ahora entiendo entre otras cosas porqué se fue J., debe ser frustrante con toda la situación que tenía y ese bufete, ese maldito bufete. La gente es muy simpática, me llevo realmente bien con Sandy y alguno más, pero es "ese ambiente" que se respira, de división, de quebrantamiento y hostilidad que se respira en ocasiones... Es como una gran familia en la cual las cuñadas se lanzan los cuchillos cuando se giran los maridos y los primos se tiran de las coletas. Pero pagan bien, es competitivo y por lo tanto me hace crecer profesionalmente con nuevos retos y... se lo debo a J. A veces, me gustaría que la gente se tomara un poco menos en serio las cosas, que todo sea un poquito más "a mi medida". ¡La gente se molesta tanto por planearse y ganarse la vida, que se olvida de disfrutarla! Es importante también ese equilibrio, aunque cueste reconocerlo... Y creo que hay un vecino ceñifruncido que debería pensar en ello... Me dirijo a la cocina y escojo los ingredientes, amaso y horneo con cuidado al son de "Libera uscita". Cuando termino, me quito el delantal, cojo un plato grande y vierto la pizza ahí, la verdad es que tiene una pinta estupenda. Subo al quinto piso y, antes de que golpee la puerta, una chica morena de unos 22 años me abre la puerta arregladísima y guapísima. Me da un vuelco el corazón.

-Oh, hola- digo de repente, nerviosa. Shit! Creía que había superado esa parte...

-Hola, tú eres...- tan guapa despampanante y perfecta, que me siento como una patata olvidada en un plato de bacon cheese fries a la que no le ha caído salsa...

-Perdona, soy Adriana, la vecina del primero, es que el otro día tuve un incidente con tu... novio?- de pronto, me siento una sucia y una buscona. Sin embargo la chica parece opinar algo distinto porque después de unos instantes de sorpresa estalla en carcajadas.

-No, por Dios, soy Meaghan, encantada. Estoy de visita en casa de mi malhumorado hermano, Patrick..., al que debes haber conocido tú...

-Bueno, más bien pensaba que su nombre era algo así como un conjunto de maldiciones al aire, ya que es lo máximo que he podido sacarle, pero gracias jajaja

-Espera un momentito,- se gira hacia dentro y grita- PAAADDY!!! ES PARA TIIII!!!

Se vuelve a reir de mi cara atónita y se pone los zapatos en el rellano.

-Yo me voy de fiesta, encantada Adriana!!

Un carraspeo me hace volver a la tierra y dejar de mirar el ascensor que ya ha bajado a portería.

-Hola- digo con una amplia sonrisa, al no recibir por respuesta más que una interrogante mirada prosigo- la verdad es que no es normal en mí estar sola y aburrida un fin de semana por la noche en casa así que no sabía que hacer y he cocinado... Y como el otro día te molesté un poco con el agua de las plantas y eso, había pensado en arreglarlo con un poco de pizza.

Le extiendo el plato con mi obra maestra y él lo coge mirándome extrañado como si estuviese esperando que saliera una mujer con un micrófono y fuera una cámara oculta. Cuando pasan unos segundos de silencio y nada sucede, decido ir hacia el ascensor en dirección opuesta a mi tácito vecino.

-Eso es todo, perdón por haber molestado- digo abriendo la puerta, mientras siento su mirada clavada en mi nuca

-Gracias Adriana- escucho mientras se cierra la puerta del ascensor. Eso supone el segundo vuelco de corazón de la velada, ¡se ha dignado a dirigirme la palabra!

Cierro la puerta de casa con un sabor agridulce, me había dejado a mi querido Luciano cantando en la cocina. He conseguido que Mr.5B me hable, he conseguido su nombre, y he averiguado que no tiene novia, o mejor dicho que su hermana no es su novia. Sin embargo, parezco repugnarle tanto o más que el primer día. Lo que me faltaba, siento ganas de entrar a un grupo de apoyo y decir "Hola, soy Adriana, tengo 25 años, estoy perdida en la vida, llevo más de un mes sin salir de fiesta y le doy asco a mi vecino sexy."
"Bienvenida Adriana"- oigo corear a la parte trasera de mi cabeza.

Voglio volere
io voglio un mondo all'altezza dei sogni che ho
Voglio volere
voglio deciderlo io se mi basta o se no
Voglio volere
voglio godermela tutta fin quando si può, si può

domingo, 25 de abril de 2010

Accidents Never Happen

El otro día, después de mandar un email a Washington, estuve cotilleando los buzones para ver si conseguía averiguar el piso del vecinito irlandés, sexy y arisco, pero una señora mayor se me quedó mirando y sentí que mi misión especial ultrasecreta había sido descubierta. Así que abrí mi buzón, dije cuatro palabras en italiano (intercalé pizza para que le quedara bien claro, por si acaso) y saqué las cartas para disimular. Cuando la mujer determinó que era una erasmus loca o algo por el estilo se metió al ascensor, pero yo tuve que abortar mi misión por miedo a ser descubierta otra vez. Así que aquí estoy, degustando un vaso de Fragolino Rosso, -botella que estaba en una caja que me había llegado de parte de mi hermano hace unos días, con un Chianti, un Nero d'Avola y un Barolo entre otros- mientras intento planear mi próximo golpe. Son las 6 de la tarde, para esta gente fría ya es la hora de cenar y si me apuras la de dormir; sin embargo aquí estoy yo, aprovechando que ya es primavera para poder tender la ropa fuera, que la secadora la estropea de sobremanera. Por cierto, voy a echar una ojeada a las plantas de Ju, que con lo despistada que soy ya he tenido que comprar dos maceteros con narcisos nuevos y me costó muchísimo encontrar una floristería que los tuviese en el punto y para trasplantar. Salgo al balcón a regar un poquito la naturaleza. A veces pienso que las plantas se deben sentir encerradas con las raíces presas en las macetas... me dan algo de pena cuando las sacan y ves todas las raíces moldeadas en forma cilíndrica. Shit! Apoyo mi vaso de vino en un taburete que hay a mi lado. He ahogado a los pobres tulipanes mientras pensaba en su falta de libertad... Vuelco un poquito la maceta para fregar luego el suelo y salvarles la vida a las flores cuando escucho una serie de insultos y barbaridades provenientes del portal, justo debajo del balcón, me asomo al balcón. Lo mío es suerte, he mojado al vecinito sexy...
-Perdón perdón perdón perdón!- exclamo asomándome al balcón al verle sacudirse la chaqueta. Qué exagerado, si sólo le han caído unas gotas...
-Podrías ser un poco menos torpe, ¿para variar?- me dice frunciendo el ceño todavía más que la última vez.
-Lo siento muchísimo,-digo intentando aguantarme la risa- es que estaba pensando en mis cosas y he ahogado a los tulipanes y no tenía ni idea de que estaba salpicando abajo, ¡perdón!
Se mete en el portal refunfuñando algo que suena como "locas estudiantes que se dedican a mojar al personal y no dejar vivir tranquila a la gente". Este chico definitivamente es un exagerado... ¿por qué todo el mundo da por sentado que soy estudiante?
Por fin se me enciende una bombilla en mi misión top secret. Salgo corriendo al rellano para ver en qué piso se ha parado el ascensor y bajo a contrastar con los buzones. Supongo que será el buzón sin nombre, porque en el otro es una señora la titular. Subo contenta a casa sintiéndome un paso más cerca de averiguar quién es Mr.5B... ya estoy lista para terminar mi botella de Fragolino y echar un vistazo a unos recursitos que tenía pendientes.

I saw you walking in the dark
So I slipped behind your footsteps for a while
Caught you turning round the block
Fancy meeting in a smaller world, after all

Accidents never happen, could have planned it all
Precognition in my ears
Accidents never happen in a perfect world
Complications disappear

sábado, 24 de abril de 2010

Gabriel

Siento una punzada en el cuello y un espasmo, me ahogo entre una espesa cortina de pelo. Perfecto, me he quedado dormida en el despacho, espero que nadie haya intentado contactar conmigo, porque no tengo ni idea de cuánto tiempo habré estado así. Han pasado ya unos cuantos días desde que Julie me dijo la verdad. Desde entonces estoy viviendo aquí en su casa, pero ya me estoy buscando algo para cuando vuelva. Anoche me quedé hasta tardísimo hablando con Gabriel por teléfono. Es una de esas personas que consiguen hacerte sentir bien y sacarte risas sinceras incluso en tu peor momento; aunque hace un tiempo tuviésemos un devaneo que terminó en nada, siempre he apreciado su interés en seguir teniendo contacto, es algo inusual. A veces hace comentarios bastante elocuentes sobre la diferencia de sus intenciones y las mías, pero prefiero ignorarlos, y él lo sabe, es lo mejor. Después de una semana solitaria y de capa caída, era exactamente lo que necesitaba: una botella de vino blanco, un teléfono y una conversación de horas con él, canturreando canciones de grupos absolutamente desconocidos para mí o hablando de cómo malcriará a su futura sobrina.

I can fly
But I want his wings
I can shine even in the darkness
But I crave the light that he brings
Revel in the songs that he sings
My angel Gabriel

martes, 20 de abril de 2010

Volver A Comenzar

No entiendo nada, Washington, billete de ida, Julie llorando, secretos... Es muy raro, sobretodo ahora que su querido bufete está tan en alerta... Compruebo haber cerrado el coche y busco las llaves en el bolso mientras anoto mentalmente que debería tomar en consideración el frío que hace en Gran Bretaña. Cuarenta y cinco llaves unidas a un llavero, perfecto, ahora sólo me queda adivinar cuál de todas es la de la puerta principal... y mientras tanto sigo desconcertada, no consigo conectar el viaje con ningún acontecimiento reciente. Intentaré llamarla cuando llegue, supongo.
-¿Necesitas ayuda?- interrumpe mi soliloquio una voz rasposa de acento irlandés. Me giro sorprendida.
-Lo agradecería la verdad, estoy en casa de mi amiga y tiene como mil quinientas llaves y hace un frío que me muero y...- lo que me faltaba, hablar mucho y rápido
-Ya veo, ya veo- responde cortándome, por lo visto él también tiene frío- Déjame a mí
Observo su muy acertada vestimenta para el clima mientras en dos milésimas de segundo encaja una llave que abre sin problemas la puerta.
-¿Estás bien?- sus ojos grises se cruzan con los míos, hace unos momentos que espera que pase delante de él por la puerta mientras yo sigo petrificada- Hace frío aquí fuera...
-Oh si, perdona- entro a trompicones en el portal y pulso el botón del ascensor- A ver si me aclaro con la llave de la puerta ahora
-Para el portal podrías probar la más grande de todas, esta casa es antigua y no hay llaves parecidas
Estamos solos en el ascensor mientras se cierran las puertas, definitivamente consigue hacerme sentir estúpida...
-Tienes razón, no sé cómo no lo he pensado antes- digo empujando la puerta cuando llegamos al primer piso, me giro y le miro a los ojos otra vez, le sonrío- Soy Adriana, encantada.
Gruñe algo parecido a "mucho gusto" sin decirme su nombre mientras se cierran las puertas del ascensor y su despeinado pelo castaño oscuro y su ceño fruncido desaperecen de mi campo visual. Creo que no estoy en el lugar adecuado, el carácter de estas islas no acaba de convencerme; estoy prácticamente segura de que es culpa del mal tiempo. Cuando vivía en Italia, la gente era educada y alegre... Sacudo la cabeza mientras abro la puerta (y acierto con la primera llave). Sigo sin entender nada y eso hace que me duela la cabeza; me descalzo y voy directamente a la cama, largo primer día... dejaré el móvil encendido por si recibo noticias de Ju.


Si volviera a comenzar,
no tendría tiempo de reparar
el agua derramada está
la sed que siento no saciará

¿Cuantas cosas más puedo guardar?
¿Cuantas cosas puedo atesorar?
Dulce tentación de dejarlo todo

Mi Fido Di Te

Si lo que esa mañana había buscado era paz, lo tenía un poco difícil, había pasado ese día más nervios que en todo lo que llevaba recorrido. Y es que no era para menos, Julie, cómo no, se había dedicado a buscarme la vida, en vez de dejarme hacerlo a mí (lo cual probablemente es lo correcto, visto lo mal que me sale todo). Ya estaba contratada, y de prueba, en mis anteriores trabajos no había estado tan nerviosa, porque mi padre me respaldaba, pero desde que me había cerrado el grifo, la situación había cambiado…
Ahora era me against the world, aunque contaba con el apoyo de Ju, eso me iba a ayudar mucho. Y como no estoy para tonterías he decidido ponerme en serio desde el primer día. Me viene bien, la verdad, así no tengo por qué pensar en cosas que no quiero, aunque dejarlo de lado lo único que conseguirá será que la explosión sea mayor.
Mi querida amiga se ha dedicado a presentarme a quinientas mil personas, de las cuales solo recuerdo dos o tres nombres Sandy, el innombrable, la chica simpática de las fotocopias… Bueno soy un poco mala para los nombres en realidad y el sentirme constantemente acribillada a miradas no ayudaba a que mi sentimiento de intimidación bajara de nivel y me dejara concentrarme. Me han destinado a un despacho aburrido, gris, pequeño y deprimente; pero no es nada que no se pueda solucionar…

-¿Dulce o salado?- le pregunto mientras apunta algo distraída en su agenda
-¿Disculpa?- los británicos, siempre tan correctos…
-Estoy pensando que es la hora del almuerzo, digamos que debería apetecerme algo salado, pero no podría decirle que no a un croissant con un café con leche…

Estamos en una terracita muy mona con plantitas alrededor cerca del bufete. Ju lleva taladrándome como media hora con historias del trabajo, me parece que se lo toman demasiado en serio. Si, es el trabajo, ES importante. Pero parece que esta gente no sepa salir de la puerta y separar sus vidas… Los cotilleos igualmente, siempre son recibidos con alegría y emoción. Por cierto, unos tulipanes quedarían monísimos en la mesa al lado del ordenador…

-Adri…- dice sacándome de mis pensamientos- ¿me vas a contar qué ha pasado?

Y ahí llega el momento que todo mi alrededor estaba esperando. Si, el momento de pensarlo por dentro y exteriorizarlo en el mundo que me rodea. La paz aparente que parecía invadirme y el equilibrio zen, no eran más que la calma que precede a la tormenta. Levanto la mirada y me encuentro con la preocupada de mi comensal. Noto las emociones subir calentando todo mi cuerpo secando mi garganta y, a la vez como mis ojos se humedecen. Lo destapo todo y ella me escucha con comprensión. Mi sentimiento de rumbo perdido, la presión de mi padre, cómo me había cambiado la reciente muerte de mi abuelo, yo sintiéndome una hipócrita con mi modo de vida, con mi relación con las personas, con mi relación con Adam, buscando una salida… Le comunico mi deseo de empezar de nuevo, de hacer las cosas bien, sin cometer siempre los mismos errores…, pero no sé si estoy preparada y eso me aterroriza, siento vértigo, como si fuera a caer en cualquier momento, como si la cuerda tensada que creía segura, estuviese aflojándose poco a poco.


Forse fa male, eppure mi va
di stare collegato
di vivere di un fiato
di stendermi sopra al burrone
di guardare giù
***

La vertigine non è
paura di cadere
ma voglia di volare

lunes, 19 de abril de 2010

El Momento Más Feliz

Abro los ojos lentamente, aún sin ser consciente de lo que hago; acto seguido se cierran instintivamente al chocar con la claridad del día. Me muevo vagamente entre las blancas sábanas mientras me llega un olor fresco y húmedo. Estoy sola en una habitación que no es la mía y en el fondo de mi paladar un desagradable gusto a alcohol y resaca me incita al malestar. Al intentar incorporarme me entra un mareo terrible, todo me da vueltas, me llevo una mano a la cabeza como si ese ademán de sujetarla fuese a parar el malestar; suspiro y miro hacia la ventana. La primera sonrisa del día, es uno de esos pequeños placeres que te llenan de satisfacción aunque sean absolutamente banales. Me dirijo al alféizar, abro las contraventanas y, acompañado de un bostezo, murmullo "Buenos días, mundo". El cielo está absolutamente azul, contrariamente a lo esperado en Gran Bretaña a mediados de abril, manchado sólo por alguna esponjosa nube... Hoy lo veo todo mejor, un nuevo comienzo, otra vez, me espera un gran día con muchas cosas que pensar y responsabilidades que afrontar, pero de momento, voy a hacerme un café y disfrutar de mis efímeros momentos de paz.


Sé que es casi nada, pero me sirve de tanto,
sólo una palabra para olvidarme del pánico.
Minúsculas gotas de paz,
trocitos de tranquilidad,
son el colchón de un corazón a medio curar.

domingo, 18 de abril de 2010

Free Bird

Unos golpecitos en el hombro empiezan a hacerme reaccionar, estoy dormidísima en una butaca de avión con la cara apoyada en el plástico que rodea a la ventanilla, vaya dolor de cuello voy a tener. Me giro hacia el lugar de donde proviene esa alteración de mi paz. Si, se trata de una gentil azafata avisándome de que el vuelo ha finalizado. Murmullo gracias avergonzada mientras cojo mi bolso y me dirijo a las cintas. Qué diferencia de cuando viajas con gente, es mucho más tranquilo… Espero a mi maleta mientras enciendo el móvil, mensaje de Adam. Decido guardarlo, ya le contestaré esta noche, de momento no sé que decirle, no tengo claras las cosas en mi cabeza.
Me siento una cobarde, realmente, he tomado la vía fácil, la del escape. Me voy a otra ciudad, otro país, nueva vida, dejo todo atrás. Pero, ¿qué pasa con esas personas que dejo atrás? Su vida seguirá, no creo haber establecido un vínculo lo suficientemente fuerte con ellos en este último año y medio… con todos excepto con Adam. Pero era mejor así, nunca se me han dado bien las relaciones de pareja y, realmente, él no se merecía una persona que le descuidara tanto, encontrará algo mejor, de eso no hay duda. Mi espíritu es demasiado libre, y aquello se estaba convirtiendo en una jaula ya… no puedes estar con alguien si lo sientes como una obligación.
Por fin, mi maleta, la cojo y me dirijo a la salida. Otra vez esa rara sensación cuando pasas las puertas automáticas y encuentras un montón de gente apiñada contra las barras de metal, esperando con ansias a los que llegan. Hace mucho que no viene nadie a buscarme, pero siempre tienes la esperanza de encontrar alguna cara conocida entre la muchedumbre… Eso me hace pensar que no he avisado a Julie de que venía a Manchester, todo ha pasado muy deprisa, no debería dejarme llevar por los impulsos… Sacudo la cabeza, no tiene importancia, si no está en casa, le esperaré en la puerta, o me iré a tomar una copa; no voy a coger el móvil o correré el peligro de contestar cosas que no quiero a Adam. Cojo un taxi, el humilde señor me ayuda a colocar mi maleta en el maletero, ardua tarea, me siento y me dejo hundir en la tapicería “King St, esquina con Brown St, por favor”. Dios cómo me cuesta acostumbrarme a ver al conductor en el otro lado… Tras un rato mirando por la ventanilla ese paisaje tan distinto a San Francisco, llegamos. El simpático señor me ayuda a bajar la maleta y llevarla hasta el portal, pero soy yo la que la tiene que subir hasta casa de Julie con el ascensor estropeado, menos mal que vive en un primero. Un estridente sonido de timbre de esos que se escuchan a mil kilómetros retumba en mis oídos mientras pulso el botón, son las 11 de la noche, tiene que estar en casa…

If I leave here tomorrow
Would you still remember me
For I must be traveling on now
'Cause there's too many places I've got to see
'Cause I'm as free as a bird now
And this bird you cannot change

Cannonball

Tic Tac Tic Tac. Bueno no, en realidad no suena, todos sabemos que el reloj del móvil no es analógico, por mucho dibujito que le pongan; igualmente yo cuento cada tic y cada tac en mi cabeza esperando la última media hora para por fin subir al avión. Los aeropuertos, cómo los odio, viajar me apasiona pero lo que son los aeropuertos… me desesperan. Nunca he llegado a comprender cómo en un lugar tan anónimo e impersonal pueden fluir tantas emociones juntas, rupturas, prisas, estrés, reencuentros, apatía, rabias… cada persona que ves está viajando por un motivo. Unas llevan medio año contando los días para reencontrarse con sus familias, por navidad. Otros se escapan por un fin de semana romántico. Los hay que compran billete de ida y “según como vaya” ya se cogerán el de vuelta. Quizás son las vacaciones familiares que llevan tanto tiempo planeando. O quién sabe, un aburrido viaje de negocios. Otros huyen, sin rumbo aparente, porque no hay nada más que les retenga en otro lugar. Por supuesto, yo soy de esas últimas, nada puede ser normal en mi vida, sería demasiado convencional, para variar un poco.

Miro el móvil, ya antes de embarcar en SFO se me había acabado la batería del portátil, así que es inútil volver a intentar conectarme, quién me manda a mi facturar el cable en la maleta… Recojo las cosas y me dirijo con mi carrito al mostrador de información, donde una amable señorita vestida de lila, me indica que me he equivocado de terminal… Malditas escalas, no puede haber vuelo directo no… Once again, la historia se repite, yo corriendo con 12 centímetros pegados a mi talón, ante todo comodidad.

Una vez sentada en el avión, doy gracias a esa impersonalidad que caracteriza a los aeropuertos, y sobretodo a su anonimato, ya que no creo conocer a nadie en todo Gatwick que haya presenciado mi ridículo espectáculo de rallies de terminal en terminal. Suspiro y bajo la ventanilla de mi lado mientras me despido mentalmente de mi última etapa en Stanford, del constante buen tiempo, de mis amigos, de Adam… el sueño me acoge con los brazos abiertos, ayudándome a desconectar de los problemas y pensamientos no deseados.



There’s still a little bit of your taste in my mouth
There’s still a little bit of you laced with my doubt
It’s still a little hard to say what's going on

So its not hard to fall
When you float like a cannonball